Plaza del Sol nació en 1969 como una gran pionera de los centros comerciales en Latinoamérica. En ese entonces los tapatíos acudían al centro de la ciudad para conseguir lo que necesitaban, comprando en almacenes aislados, pero a sus fundadores -un grupo de doce comerciantes- se les ocurrió agrupar los establecimientos en un espacio abierto, moderno y funcional, destinado únicamente a dicho fin.
A pesar de que parecía un proyecto muy difícil debido a su magnitud, su novedad y su ubicación (en los años 60 era a las afueras de la ciudad), su historia está llena de visión y tenacidad, y demuestra que cualquier sueño puede volverse realidad si se trabaja por él.
Plaza del Sol constituyó una innovación comercial sin precedentes en el país, pues era un gran complejo mercantil en el que se podía adquirir todo lo necesario.
En poco tiempo se convirtió en un sitio de reunión, de paseo y de esparcimiento que le proporcionó una imagen de modernidad a la ciudad.
Ahora, aquella lejana y única plaza que nació y creció a pesar de los pronósticos pesimistas, es el centro comercial más importante de Guadalajara, un punto de referencia de todos sus habitantes, así como un sitio de visita casi obligado para los turistas.